Estaba todo perfecto en tiempo y en forma. Total y maravillosamente contenido por ese firmamento de estellantis, con sus magnitudes variables y sus anzuelos de amor en cada destello.
-: No puede existir un cielo mejor -pensó- mas que El Cielo. Qué estoy haciendo aquí ?
Levantó vuelo, y la vió.
El Cielo quedó esperándolo.
(Tiempos, Denis Pereira)